Las murallas de la finca y la Casa del Guarda encierran un pequeño jardín en el que hemos realzado el encanto que tenía hace un siglo. Mantenemos en él los tejos (Taxux baccata), de gran porte y ya centenarios, que constituyen el elemento central del jardín por la ubicación del mausoleo de Merlón al cobijo de sus ramas.
También encontramos un viejo ejemplar de durillo (Viburnum tinus), un laurel (Laurus nobilis) de gran porte así como parras (Vitis vinífera), higuera (Ficus carita) y ciruelos (Prunus). Bajo la sombra de la higuera encontramos una antigua prensa de madera.