Doña María Diega de Desmaisieres rivalizaba a finales del siglo XIX con la Casa de Alba en riqueza y títulos nobiliarios: Condesa de la Vega del Pozo, Vizcondesa de Jorbalán, Marquesa de Fuentes de Duero, Marquesa de los Llanos de Alguazas, Duquesa de Sevillano y Grande de España.
Con sus principales propiedades en Sevilla, Madrid, Guadalajara y Burdeos, ¿por qué construir un palacio en Dicastillo?
Sucedió que hacia 1880 se extendió el bulo de que su riqueza estaba decayendo e incluso comenzaba a pasar apuros económicos. Nobleza obliga y la reacción de la Condesa no se hizo esperar: había que demostrar lo disparatado del bulo.
La Condesa había heredado la casa solariega de los López de Dicastillo, casa que ocupó en ocasiones para descansar en alguno de sus habituales viajes a sus propiedades en Burdeos. ¿Por qué no edificar un palacio más acorde a su rango en el solar de la casa solariega, encargando el proyecto a un arquitecto de renombre, y acallar de esa forma los rumores?
Encargó la los planos del Palacio al arquitecto Ricardo Velásquez Bosco quien diseñó un gran palacio de estilo neogótico. De su construcción se hizo cargo el arquitecto pamplonés Máximo de Goizueta.
A la muerte de la Condesa en 1916 el Palacio se mantuvo desocupado hasta su cesión en 1957 a la congregación religiosa Don Orione que lo utilizó como colegio de internado que cerraron en 1986. El año 1990 fue adquirido por unos inversores navarros que comenzaron su rehabilitación. Hoy es un hotel restaurante especializado en la celebración de banquetes.