El mausoleo de Merlín


También a finales del siglo XIX se ajardinó la finca situada debajo del palacio. El parque-bosque con seis hectáreas de superficie se aproximaba a un auténtico edén, dotado de la más rica variedad de plantas, árboles y flores, contándose más de dos mil especies tan sólo entre los rosales. La condesa de la Vega del Pozo ordenó levantar en el centro del parque un mausoleo en memoria de su querido perro Merlín, que tras su muerte sumió a la condesa en una pena inconsolable.
Encargó la obra al artista valenciano Mariano Benlliure. Benlliure. Para esculpir este mausoleo de Merlín utilizó el famoso mármol de Carrara (Italia). En Navarra y en esta misma época de finales del siglo XIX el escultor hizo otro mausoleo, el del tenor Julián Gayarre en Roncal.
Este conjunto artístico se completaba con una pequeña escultura del perro Merlín, que quedó en manos de los lejanos herederos de la condesa tras su repentina muerte en 1916. El mausoleo fue desmontado y retirado con la construcción de las bodegas en esta parte de la finca en 1990 y, tras la reforma de la Casa del Guarda, es reubicado en su jardín.